¿Cómo afecta el estrés en la piel?
Sabes ese sentimiento de tener mil cosas en la cabeza que parece que nunca se va, como si tuvieras un runrún constante.
Pues resulta que ese compañero incómodo, el estrés, no solo agobia tu mente, también puede pasarle factura a tu piel.
¿Te ha pasado que en tiempos de tensiones aparecen granitos o se te irrita la piel de la nada? Bueno, no estás solo en esto, y aquí vamos a charlar sobre cómo ese ajetreo mental se refleja en tu epidermis.
¿Qué te puede provocar el estrés en la piel?
Imagina que estás en una maratón que parece no tener fin. Esa presión constante es como un motor que provoca que tu cuerpo libere sustancias como el cortisol, conocido como la hormona del estrés.
Su función es prepararte para actuar rápido ante una amenaza, pero si no hay un descanso, la piel se vuelve una víctima colateral.
Ahora, cuando hablamos de la piel, hablamos del órgano más grande que funciona como nuestro escudo personal.
¿Los animales sienten empatía por sus semejantes o los humanos?Si este escudo empieza a fallar debido al estrés, puedes notar que las heridas tardan más en sanar y que pareciera que todos los problemas dermatológicos hacen fila para aparecer.
Y eso no es todo, aún hay más.
Es posible que notes que tu piel está más sensible y reactiva. ¿Te suenan los enrojecimientos o las alergias de la nada?
Bueno, estas podrían ser alertas de que tu piel y tu mente necesitan una pausa.
No te preocupes, hacia el final del artículo, te contaré algunos tips para ayudar a calmar estos efectos.
¿Por qué las cebollas nos hacen llorar?Pero primero, hagamos un recuento de las zonas más afectadas y cómo el estrés se hace presente en tu piel.
¿Qué partes del cuerpo afecta el estrés en la piel?
Podrías pensar que el estrés afecta solo a tu rostro, pero no es tan sencillo. Desde la cabeza hasta los pies, ninguna zona está completamente segura.
El cuero cabelludo, por ejemplo, puede sufrir de caspa o de caída del cabello, mientras que las manos y los pies no están exentos de la irritación o de la sudoración excesiva.
¿Cómo se manifiesta el estrés en la piel?
Veamos las distintas formas en las que tu piel puede estar gritando: "¡Necesito un respiro!".
Presencia de urticaria
Esas rondas incómodas de ronchitas que aparecen de repente, te dan una comezón insoportable y luego desaparecen como por arte de magia, podrían ser un signo de que el estrés te está golpeando fuerte.
Pero, como un spoiler, recuerda que más adelante veremos cómo aliviar estas molestias.
¿Por qué la sal derrite el hielo? - Explicación químicaZonas inflamadas
¿Has sentido como si tu piel estuviera más "hinchada" o tensa durante períodos de mucho estrés? No es una sensación desatinada, ya que el estrés puede provocar inflamación.
Hormigueo
Esa sensación de tener "hormigas" en la piel es otro signo. Es curioso, pero el estrés puede afectar tu sistema nervioso y manifestarse con esa sensación tan particular de hormigueo en la piel.
Hipersensibilidad al calor y al frío
La piel estresada puede volverse más susceptible a los cambios de temperatura, haciendo que sientas más frío o calor del que realmente deberías.
Hiperpigmentación
Aquellas manchitas más oscuras, a veces conocidas como "melasma", tampoco se escapan del efecto del estrés.
Es un cambio que parece menor, pero que influye mucho en cómo nos sentimos con nuestra imagen personal.
Aparición de acné
Mencionamos el cortisol al inicio, y aquí vuelve a la carga. Esta hormona aumenta la producción de grasa en la piel, y con ello, los benditos granitos se hacen presentes.
¿Cómo se comunican las abejas? - Todos sus lenguajesSeguro has notado que en época de exámenes o entregas laborales, te estresas y tu piel parece retroceder a la adolescencia.
Resequedad
No todo es grasa, en algunos casos la piel parece desertificar. Sentir la piel tirante, áspera, o incluso ver cómo se descama, puede ser una respuesta al grito de ayuda de tu piel estresada.
Ojeras o bolsas debajo de los ojos
Y ni hablar de los ojos, esa ventana al alma que revela noches de insomnio y preocupaciones.
Enfermedades en la piel como psoriasis, eczema o dermatitis atópica
Para aquellos que ya tienen una condición de piel preexistente, el estrés puede ser el detonante para un brote.
Es como si pusiera en marcha un sistema de alarma que a veces no sabe cuándo detenerse.
¿Cómo aliviar los efectos del estrés en la piel?
Ahora que sabemos el caos que el estrés puede causar, hablemos de cómo ponerle un alto.
El primer paso siempre es darte cuenta y aceptar que el estrés está afectando tu piel, algo de lo que ya estamos conscientes.
Seguido de esto, buscar actividades que te relajen y te permitan desconectar es crucial.
Puede ser desde meditación, yoga, hacer ejercicio o incluso, algo tan sencillo como salir a caminar un rato para oxigenar tus ideas.
Algo que no esperarías, pero que es bastante eficaz, es cuidar tu alimentación. Una dieta balanceada, rica en frutas, verduras y agua, puede hacer una diferencia enorme en cómo se siente y se ve tu piel.
Y, claro, una rutina de cuidado de la piel adaptada a ti.
No es necesario un arsenal de productos, pero limpiar, hidratar y proteger tu piel todos los días puede ser el escudo que necesitas contra el estrés.
En resumen, aunque el estrés es parte de la vida, también lo es la recuperación y el autocuidado.
No dejes que tu piel pague las consecuencias de una mente sobrecargada, dedica un tiempo para ti y verás como se refleja en tu exterior.
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