¿Qué pasa cuando nos da hambre y por qué ocurre?
¿Te ha pasado que justo cuando crees haber comido lo suficiente, tu estómago empieza a gruñir como si llevaras días sin probar bocado?
O quizás, cuando estás en medio de una reunión y no puedes pensar en otra cosa más que en tu siguiente comida.
Es una sensación que todos conocemos y, la verdad, puede ser bastante molesto y desconcertante.
Vamos a desvelar este misterio, y no te preocupes, lo haremos paso a paso.
¿Por qué se produce el hambre?
A ver, el hambre es como ese compañero que te avisa cuando es hora de recargar combustible.
Pero ¿alguna vez te has preguntado qué es lo que desata este aviso en nuestro cuerpo?
¿Qué es el ritmo circadiano y cómo controlarlo?Todo comienza en el cerebro, específicamente, en una zona conocida como hipotálamo, el centro de mando que controla nuestras ganas de comer.
Cuando nuestros niveles de energía bajan, el hipotálamo hace sonar la alarma y nos envía señales de hambre.
Pero la historia no termina aquí, también entran en juego la insulina y el glucagón, dos hormonas que regulan el azúcar en la sangre y que, cuando se desbalancean, te hacen sentir ese vacío estomacal tan característico.
Además, hay señales físicas que no puedes ignorar: el estómago vacío se contrae, lo que nos lleva a los conocidos rugidos.
Y no sólo es cuestión de cuánto comiste la última vez, también importa qué comiste.
No es lo mismo un bol de cereal que un burrito relleno de frijoles y queso, ¿verdad?
5 Diferencias entre psicólogo y psiquiatraEstos últimos tienen más fibra y proteínas, lo que te mantendrá satisfecho por más tiempo.
¿Es lo mismo el hambre y el apetito?
Bueno, es fácil confundirlos, pero no, no son lo mismo.
El hambre es esa necesidad física y básica de alimentos. Piensa en ella como una alerta que indica que tu cuerpo necesita energía.
Por otro lado, el apetito es más psicológico; es el deseo de comer por placer, por puritito gusto, y está influenciado por muchos factores, como las emociones o los olores.
Es decir, puedes tener hambre y querer comer cualquier cosa, pero también puedes tener apetito y antojarte específicamente de unas enchiladas verdes justo después de haber comido.
¿Por qué algunas personas tienen pecas?A veces el apetito nos toma por sorpresa cuando olemos algo delicioso o vemos una imagen apetitosa, incluso si el estómago ya está lleno.
Aquí entra el famoso "ojo glotón".
Y para meter un poquito más de sabor a la conversación, ¿sabías que el apetito puede aumentar cuando estás estresado?
Así como lo oyes, cuando el cuerpo está bajo estrés libera cortisona que, entre otras cosas, puede desatar ese deseo de devorar el refri entero.
¿Es cierto que aguantar el hambre adelgaza?
Ahora, mucha gente piensa que si te aguantas el hambre, bajarás de peso como por arte de magia.
Pero ojo, no es tan sencillo.
Alimentos fermentados: ¿Qué son y cuáles son sus beneficios para la salud?Si bien es cierto que consumir menos calorías de las que gastas puede llevar a la pérdida de peso, ignorar las señales de hambre del cuerpo a menudo puede salir contraproducente. ¿Por qué? Por dos razones principalmente:
- El metabolismo se puede hacer más lento: Si no comes, el cuerpo piensa que no habrá más comida y comienza a ahorrar energía.
- Podrías terminar comiendo de más después: Aguantarte puede hacer que cuando finalmente comas, lo hagas en exceso, porque sientes que te tienes que recompensar.
Y eso no es todo, aún hay más.
Aquí viene un dato interesante: si te aguantas mucho tiempo, además de sentirte débil y sin energía, tu cuerpo podría empezar a usar músculo como fuente de energía, ¡y eso no queremos!
¿Por qué sigo teniendo hambre si ya he comido?
Ok, este es el clásico caso de "acabo de comer y ya quiero algo más", ¿te suena familiar?
Pues podría ser que no hayas comido lo suficientemente saciante o que simplemente tu cuerpo esté pidiendo más nutrientes.
También puede ser que tu cerebro y tu estómago no se estén comunicando bien.
Te explico: después de comer, tu estómago necesita tiempo para decirle al cerebro "ya estamos, gracias".
Si comes demasiado rápido, esa señal llega tarde y, para cuando te avisa, ya te pasaste de lanza.
Ah, pero ¡espera! Existen también otros motivos, como no beber suficiente agua.
A veces confundimos la sed con hambre porque las señales son parecidas.
O puede ser que tu dieta sea alta en carbohidratos simples, esos que el cuerpo procesa rapidísimo y te dejan con ganas de más.
Más adelante te diré más sobre esto, pero antes déjame decirte que el hambre también puede ser emocional.
Si estás aburrido, triste o ansioso, es posible que comas sin tener hambre real porque la comida se convierte en una especie de consuelo.
Recuerda que cada cuerpo es un mundo y que lo que funciona para uno, no siempre funciona para el otro.
La clave está en conocer tu propio organismo y sus necesidades.
Órale, con esto ya tienes un mejor panorama de por qué te da hambre y cómo responder a esas señales.
Ahora ya sabes por qué estás buscando algo de picar, incluso después de haber comido ese super plato de mole de la abuela.
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